Antiguamente los fabricantes de vehículos hacían uso de vidrio para la fabricación de los faros delanteros. Estos cristales eran cristales de dispersión que realizaban un doble función. Por un lado proteger las bombillas, pero por otro realizar la función de prisma para concentrar o repartir el haz luz de la manera deseada, y reflejando la luz en las pantallas cromadas del interior del faro, para una mejor iluminación.

Los faros de nuestro coche son los responsables de nuestra iluminación, tanto para ver como para ser vistos.

En la actualidad la mayoría de los coches cuenta con faros fabricados con plástico policarbonato. Este material que recubre los faros de los vehículos de hoy en día, es uno de los problemas actuales más importantes de todos los vehículos, ya que afectan en gran medida a la seguridad del vehículo. La baja iluminación de los faros, puede ser consecuencia de falta de visibilidad y colisionar con algún peatón o ciclista.

El policarbonato es un plástico que se ve muy afectado por el sol, y que con el tiempo amarillea, y pierde su transparencia. Se crea en su exterior una capa translúcida, que es necesario lijar para volver a conseguir dejar el faro en su estado original. Igualmente el policarbonato se ve muy afectado por el calor que irradian las bombillas, y hace que el faro se vaya deteriorando.

Para evitar un reemplazo total del faro, hay que realizar un mantenimiento de los faros a través de su pulido de forma periódica, para evitar llegar a un punto donde sea necesario realizar la sustitución del faro.

Igualmente los faros al encontrarse en el frontal del coche, suelen rayarse, picarse o recibir impactos de piedras, por lo que es una parte del coche muy sensible al uso y al tiempo.

Esto se consigue con un proceso de lijado de los faros, más un proceso de pulido. Realizándolo tantas veces como sea necesario, hasta conseguir la total transparencia de los faros.

Los coches de alta gama, o los coches antiguos contaban con faros de cristal, donde este problema no originaba. Pero con el tiempo los fabricantes han optado por realizar los faros delanteros con policarbonato, y dependiendo de la calidad del material, pueden verse faros totalmente amarillos en coches nuevos a los pocos años.

En la ITV esto es causa de falta grave, por lo que llevar tus faros bien pulidos antes de ir a una inspección es de vital importancia.

Para pulir los faros se hace uso de un líquido de pulimento fabricado a base de siliconas, y con un taladro de pulido. Una vez pulidos los faros, aplicamos un capa laca transparente de protección, a que al lijarlos y pulirlos esta capa de protección se ha perdido, y al lacarlos de nuevo se garantiza que permanecerán brillantes durante mucho más tiempo.

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